
Por supuesto, para que ahora hablemos de Web 2.0, necesariamente debe haber existido una Web 1.0. Esta web se utilizaba como herramienta de acceso a la información que se presentaba al sujeto de forma estática, como una fuente documental más. La única interactividad que permitía era la posibilidad del usuario de controlar la información a la que accedía, pues no permitía la modificación y edición de la información, cosa que sí permite la Web 2.0.
Como os he dicho antes, los blogs son ejemplos de Web 2.0, pero también lo son las famosas redes sociales como Tuenti o Facebook, las wikis como la Wikipedia, los servicios de alojamieno de vídeos como Youtube, las webquests... Estamos inmersos en la Web 2.0 y ¡nosotros sin saberlo!